En conjunto con un grupo de niños y adolescentes realizarmos una propuesta de la historia ficticia, de su condominio Alamos I, II Y III en el Estadod e México, así como de sus problematicas, identificando a un personje (Juan) el cual podría representar a cualquiera. Lo cual pretende realizar una crítica a la mala planeación de la construcción masiva de zonas habitacionales en el Estado y como esta afecta no solo como planeación urbana sino, en la identidad de quienes los habitan.

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Aunque en la Ciudad de México las unidades habitacionales comenzaron a crecer desde los años cuarenta del siglo XIX; a partir del gobierno del ex presidente Vicente Fox Quezada, se comenzaron a construir casas de interés social de forma masiva, ya no solo en el centro del país sino en las periferias de toda la república, lo cual prometía ser un veneficio, para las familias que podrían vivir cerca de sus trabajos, escuelas etc.

Este ineficiente plan para el desarrollo inmobiliario, además, vino acompañado de la venta a bajo costo en terrenos de cultivo y ejidos, transformados hoy en día en manchas urbanas que al paso del tiempo han presentado problemas directos en el ecosistema y el modo de vida dentro de las sociedades, gracias a la horrenda, inhumana, clasista e innecesaria planeación tanto urbana como arquitectónica de estas viviendas mínimas.

  En primer lugar, estos fraccionamientos puestos como una calcomanía en el paisaje fuera de contexto, presentan dificultades que comienzan en la movilidad de los habitantes, la cual tienen como salidas, caminos estrechos, escondidos o con desviaciones casi imposibles, para poder conectarse con la carretera y los servicios, porque como es sabido, dichos condominios se encuentran aislados de la población.

El aislamiento de la población es ahora una problemática importante de identidad y pertenencia en los habitantes, la pertenencia es un factor importante dentro de una sociedad.